martes, 5 de agosto de 2014

La espontaneidad




"Las antiguas tradiciones orientales otorgan gran importancia a lo espontáneo, entendido como lo auténtico, natural, franco." (Anónimo)

¿Cuándo fue la última vez que tuviste una conducta espontanea?, seguramente muchos se quedaran pensando, y quizás digan ¡fue ya hace mucho tiempo, que me comporte así!, los adultos les cuesta expresar su espontaneidad, sin poder analizar las consecuencias, siempre las convenciones o las normales sociales limitan el comportamiento de los adultos. Pareciera que todo está planificado en una sociedad, donde las normas tacitas pesan más, que las leyes impuestas en una sociedad. Como por ejemplo,  bailar en la calle, sin música, hace que piensen que seas considerado loco…; si le ríes a alguien que no conoces, es probable que se asuste, también si abrazas a una persona, que no conoces, tal vez  retroceda. 
  
En la sociedad actual, la educación tradicional conduce con demasiada frecuencia a la eliminación de la espontaneidad y a la sustitución de los actos originales por pensamientos y deseos impuestos desde fuera por el imperativo de eso que podemos llamar como “sentido común“, el imperativo de la “normalidad” diría Michel Foucault. Y si por alguna razón, aquello que la educación no llega a conseguir,  se cumple luego por medio de la presión social que nos obliga a portar la máscara de la imagen que la sociedad quiere de nosotros.
Las conductas espontaneas tiene la característica que te hace sentir libre, acerca de las normas impuestas de manera explicitas o implícitas en la sociedad.  Sin embargo, cuando somos niños nos expresamos con tranquilidad, pocas veces o nunca piensas que pueden pensar los otros si me comporto de determinadas manera. El cambio, la creación, los descubrimientos vitales, tienen como sustrato la espontaneidad. Los niños apren­­den con gran rapidez porque les está permitido jugar y experimentar. Al llegar a la edad adulta, nuestra progresión se ralentiza e incluso llegamos a sentirnos estancados, por  nuestra falta de espontaneidad.
En el libro titulado "Tus zonas erróneas", escrito por Wayne Dyer define la espontaneidad como “ser capaz de ensayar cualquier cosa de repente, tomando la decisión de hacerlo en un momento, simplemente porque es algo que te gusta y de lo que puedes disfrutar”. Esto no sucede con mucha frecuencia, sobre todo cuando alguien ocupa lo que se denomina un “cargo de responsabilidad” o cuando las normas sociales tienen mayor peso, que el disfrute en lo que realizas.

Es importante resaltar, que la espontaneidad nos permite dar rienda suelta a nuestra creatividad e imaginación, quizás a veces la vergüenza y el qué dirán nos hace dejar de ser quienes somos, para convertirnos en personas que otros quieren ver… es por eso, que te pregunto ¿Quién quieres ser tu?.

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